Izquier, dos, tres, cuatroizquier… dos, tres, cuatroizquier… dos, tres, cuatro…
Así iba, y sigue yendo, el monótono ritmo del mundo.
Desde que el mundo que conocemos es mundo. Desde que vos a medianoche naciste.
Desde que a alguien se le ocurrió eso de ponerse las botas.
Izquier, dos, tres, cuatroizquier… dos, tres…
…
… cuatroizquier…
… cuatroizquier…
Así íbamos, y seguimos yendo, bien flanqueados en esta absurda marcha al infinito.
3 comments:
....Gestos aprendidos, rumiados, vueltos a repetir por los siglos de los siglos en una marcha ad infinitum (el ejército puede ser de botas, o de gente enajenada que trabaja y compra más de lo que respira y sueña; o de botas, dolores y cadáveres...el resultado es siempre parecido...
Me gustó mucho este texto... crudo y conciso . Un abrazo enorme para vos.
queremos más, queremos más
ahhhhhhhhhh, perfeccion para mis ojos!
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